Descripción:
La conductividad de una disolución, es una medida de su capacidad para conducir la electricidad, y está relacionada con la concentración iónica de la disolución (sales disueltas).
En muchos casos, la conductividad está directamente relacionada con la cantidad de sólidos disueltos (TDS).
La conductividad se determina midiendo la resistencia eléctrica de una disolución entre dos electrodos, separados por una distancia fija. Se utiliza una tensión alterna para evitar que se produzca electrólisis.
R = (L/A) * ρ
La resistencia “R”, es proporcional a la distancia “L” entre dos electrodos, e inversamente proporcional a la superficie transversal de la muestra “A”, siendo “ρ“ la resistencia específica o resistividad.
R* = C * ρ*
En la práctica, el sensor de conductividad se calibra utilizando disoluciones tampón de resistencia específica “ρ*“ por lo que los valores “L” y “A” son datos de diseño de la sonda. Si la resistencia de la disolución de calibración es “R*”, se obtiene una constante de sensor “C”.
κ = 1/ρ= C/R
La conductividad específica, “κ“ es la recíproca de la resistencia específica. Ésta también es dependiente de la temperatura.
Medición:
Se suelen utilizar dos tipos de sensores:
- Los abiertos (los electrodos está en contacto con el fluido a medir) y que se denominan electrolíticos.
- Los aislados (el fluido no está en contacto con los electrodos) y se denominan inductivos.
Las unidades en que se expresa la conductividad, son los S/m (Siemens/metro), referenciada a una temperatura estándar de 25ºC o bien mho/m (milihomio/m):
- La equivalencia es 1 mho/m = 1S/m.
- Industrialmente se utilizan más las unidades uS/cm o bien mS/cm